Proyecto de interiorismo en Valencia para una pareja joven que no quería renunciar a la comodidad y al diseño a pesar de disponer de un presupuesto ajustado.
La vivienda contaba con unos grandes ventanales y muchísima luz, pero el color de las paredes la absorvía dando sensación de oscuridad. Se decidió pintar toda la vivienda en blanco para potenciar la reflexión de la luz consiguiendo así mayor luminosidad y agrandar visualmente el espacio, ya que la vivienda dispone de pocos metros cuadrados.
Se combinó el blanco y la madera en el mobiliario, y el gris en los tejidos y en elementos decorativos puntuales. Esta combinación de colores neutra proporciona armonía entre los distintos espacios y ayuda a darle a la vivienda la calidez, luminosidad y unidad deseada